martes, 1 de febrero de 2011

Ninis para todos (yo invito)

Mi idea para la entrada de Febrero en mi blog en un principio fue hablar de buenos deseos, amor, amistad, etc. Pero precisamente la madrugada que lo iba a escribir, la televisión se quedó en un canal donde transmitían un programa de debate que trataba de los benditos, beneficiosos e interesantes “ninis”. Y les doy todos estos adjetivos, porque al menos mi atención ya llamaron.

¿Qué “no hacen” ellos que los vuelve tan interesantes?...

Por una parte está la opinión de que el sistema no es el adecuado para que todos salgan adelante y ¿saben qué? Esta definición la pueden hacer rollito y guardarla en donde más les plazca. Tengo razones para expresarme así: Mi mamá es directora en la primaria de un pueblo del estado de Hidalgo, en donde la mayoría de la gente padece pobreza, la intendente de la escuela es madre soltera de 3 hijos, de los cuales el mayor estudia en el Iinstituto Politécnico Nacional y vive solo en una ciudad que hasta al más experimentado, espanta; él trabaja y se paga el 100% de sus estudios y gastos habituales. Cuando la señora lo cuenta, sus ojos se llenan de lágrimas; estoy completamente segura que no son porque casi no ve a su hijo, sino de emoción; por saber que aunque ella no puede darle el apoyo económico que necesita, lo educó de la mejor manera y le dio un arma que a veces ni el dinero puede ofrecer: ganas.

La segunda teoría explica que los ninis son personas que sí quieren hacer las cosas pero las puertas les son cerradas. Para esta definición tengo otra historia: Cerca de donde vivo hay una vidriería, el dueño de ella es un muchacho joven que se graduó en Ingeniería Mecánica y “jamás” encontró trabajo, así que decidió poner ese negocio; claro que es digno, pero no es para lo que se preparó. Lo que el tipo nunca cuenta, es que quería encontrar trabajo en su misma región, con todas las comodidades que esto implica; que se rindió a los pocos meses y después de escasos “no”. ¡Por los 7 mares! Si no hay un esfuerzo de por medio, el logro se vuelve insípido; a veces hay que sacrificar un poco para después obtener un todo; cosa que a la mayoría de la gente no le gusta. Como decía mi abuela “todo lo quieren peladito y a la boca”.
La tercer teoría y desde luego la que más me gusta, porque es mía, es que los ninis son ninis porque quieren, punto.
Porque no tienen el valor de proponerse: “hoy dejo mi videojuego y salgo a buscar trabajo”, “hoy en lugar de ver la TV voy a leer un libro”, “hoy dejo de esperar a que otros me resuelvan la vida y me pongo a pensar en lo que me apasiona para hacerlo posible”.  No es una utopía si lo vemos desde el lado personal y no del lado gubernamental. Pero para ellos es más cómodo y seguro formar parte de la cada vez más grande lista de este ‘movimiento’ que hasta en los países más desarrollados existe. Porque así no se esfuerzan en imaginar qué sería de su vida si sencillamente hicieran lo que quieren…
Está desgraciada y empíricamente comprobado que los políticos no nos va a resolver la vida. Y tal vez las personas como yo, que apenas estamos en el proceso de preparación somos quienes menos podríamos exigir, pero aunque “no somos contribuyentes directos” si somos ciudadanos que estamos aquí para dar ideas; asimismo ellos, quienes tienen la oportunidad de ser escuchados, tienen la obligación de poner en práctica nuestras propuestas. (Pero bueno, como dicen ustedes los bilingües: BTW. Esa es otra historia)
Acaba de terminar un año difícil y no iniciamos este de la manera más grata; sin embargo, las grandes guerras iniciaron por pequeños malos entendidos; por ende, las grandes soluciones inician con pequeñas acciones.
Si mi punto de vista tiene valor al menos en algunos de ustedes, antes de que se levanten de ese asiento y hagan pancartas de activismo o se preparen para una huelga de hambre afuera de Palacio Nacional, lo único que quiero despertar en ustedes es una cosa que parecería intrascendente; no es conciencia social, no son reformas o mesas de debate, no es un cambio radical para con el mundo; es AMOR… Esa parte de nosotros que mueve montañas; que a pesar de sabernos menos fuertes que un arma de fuego, nos hace sentir más poderosos, incluso, que la misma mano que la dispara.

Porque solo necesitamos amor a nosotros, al lugar donde vivimos, a la gente con quien trabajamos, por muy difícil que esto parezca; porque no tendríamos que odiar a nuestro compañero de al lado si cada mañana nos despertáramos para ir a hacer algo que nos gusta; porque solo entonces llegaríamos a una oficina, un salón o cualquiera que sea nuestro trabajo, con una sonrisa en la cara, pues haríamos algo que nos hace sentir plenos, lo cual desencadenaría una serie de acontecimientos de autobeneficio. Y no, no pongan de pretexto que no hay la oportunidad y hay que aceptar desempeñarnos en lo que sea, es cuestión de, como dice una persona a quien admiro “agarrarte los huevitos” e ir por aquello que te gusta en realidad; si no amas lo que haces, eso, eso es estar jodido. La vida es una y si bien nos va viviremos cien años, los cuales no nos alcanzarán para arrepentirnos por haberlos vivido a medias y ver cómo otros hicieron realidad sus sueños simplemente porque tuvieron más amor propio que nosotros.

Este país tiene mucho para darnos todavía, de hecho tiene demasiado, pero si nosotros no ponemos de nuestra parte, entonces esos recursos seguirán ahí, como hasta ahora, esperando a que alguien más los ame, cuide, trabaje y disfrute.

Una vez más estoy segura que no cambié al país con mis párrafos y ¿saben qué? No me importa, porque todo lo que escribo lo hago con amor. Justo a eso me refiero, que a sabiendas de las burlas, de la ignorancia, del alt+f4 a mitad de mi texto, aun así no me arrepiento de absolutamente ninguna de mis palabras.
No citaré a nadie, pero estoy segura de algo: Un nini es el individuo que está dispuesto a hacer con su persona lo que critica de los demás.  Porque un nini no es solo aquel que no estudia ni trabaja, también es aquel que no hace lo que ama, ni ama lo que hace.

1 comentario: